El Primer Café
El café es un arte desde que está en los campos hasta cuando llega a
la mesa para recitar su poesía aromática y de sabor. El café no es solo una
bebida es un tiempo de compartir tanto a solas como en colectivo.
Particularmente me encanta el café también es una de mis palabras favoritas
aunque no solo me gusta su nombre también me gusta su aroma y más si es por las
mañanas, un libro y esta bebida también hacen muy buena pareja, con el periódico,
con los amigos, con las conversaciones.
Además de ser social también lo es político, anteriormente las personas se reunían
en los cafés para escuchar desde la política hasta los acontecimientos de lo
que sucedía en la alcoba de los reyes. Estos lugares fueron iconos para el
desarrollo cultural, social y político de ciudades como Londres y Paris.
Donde todos los estratos sociales se reunían para el intercambio de
información, la mayoría de estos lugares eran dirigidos por grandes mujeres.
Las reuniones alrededor de una taza de café tienen su función cultural
dentro de la sociedad.
El Primer Café lo descubrí cuando observaba a mi abuelo materno tomarlo
cuando por las mañanas él se despertaba para mí el olor es nostálgico, cuando
me lo dieron a tomar por vez primera, lo escupí se me hizo muy fuerte pues mi
abuelo lo toma negro. Él se reunía en uno de los restaurantes más populares de
aquella ciudad para platicar con sus amigos, es algo que siempre ha llamado la atención,
el café es una bebida que no te dejan tomar cuando eres niño, no por el daño
que hace al cuerpo, además el café tiene varios beneficios sino por el
contenido energético más que para nosotros para los papas era una ayuda no
permitirnos tomar café.
Desde muy temprana edad encontré el gusto por la lectura, en mi casa
siempre había libros que leer periódicos que consultar, mis papas tenían un
pequeño excantante al estilo rustico mexicano con libros para nosotros, leí
todos los libros de aquel estante y cuando no hubieron más que leer era lógico
que quisiera más. En la secundaria la maestra de Literatura, nos dejó una
tarea, por ese tiempo se habían popularizado libros como El Señor de los
Anillos y Harry Potter, por lo que teníamos que elegir otros libros que leer, escogí
Noticia de un Secuestro de Gabriel García Márquez, quede fascinado con el libro
que comencé a leer cada vez más libros.
A todas las casas que visitaba me daba una vuelta por sus estantes si es
que tenían pues en México muy pocas personas tienen el hábito de la lectura.
Pensaras y esto que tiene que ver con el café, bueno el café aparte de ser una
de mis palabras favoritas, también es una de mis olores y bebidas favoritas.
Cuando vivía en Cuernavaca sobre la avenida Teopanzolco abrieron una de las librerías
que más se han expandido a lo largo de México por su gran y divertida publicidad
además de que el lugar cuenta con espacios para tomar café, sillones para poder
leer. Pasaba horas en este lugar viendo, leyendo, viendo a intelectuales entrar
y salir comprar libros. Siempre fue una fascinación para mí, las personas más integrantes
y que tuvieron gran impacto en mi fueron aquellas que por un breve momento
entraban en esa librería.
También hubieron varias personas que influenciaron en mí para tomar el hábito,
el placer y el privilegio de la lectura. El olor de un libro el olor del café me
trae recuerdos de aquellos de aquellos de Diciembre cuando vivía en
Cuernavaca.
Un libro, un periódico, una conversación, son una gran combinación para
acompañarlas con un café.
¡Buenos días!
J.
Comentarios
Publicar un comentario