Nuestro Futuro Común
El concepto de
desarrollo sustentable se formuló con Nuestro
Futuro Común, mejor conocido como el Informe Bruntdland, difunde el
concepto y acuñar la definición más conocida.
El concepto de
desarrollo sustentable surgía de la necesidad de una acción concertada de las
naciones para impulsar un modelo de desarrollo mundial compatible con la
conservación de la calidad del medio ambiente y con la equidad social.
“… el desarrollo
sustentable obedece, según sus creadores, a ciertos principios generales: se
inscribe en el tiempo, y supone el mantenimiento de un crecimiento económico,
considerado como condición necesaria aunque insuficiente, que permita una mejor
distribución de la riqueza. La sustentabilidad está, por otra parte,
condicionada por el patrón demográfico. Ella incluye entonces dos dimensiones
consideradas como indisociables: La superación de todos los seres humanos y la
preservación de los equilibrios naturales”. Harribey
Desde esta
perspectiva, desarrollo sustentable emerge como una propuesta conceptual
holística que articula al menos cinco dimensiones: la económica, la ecológica,
la social, la política y la cultural.
El desarrollo sustentable se afirma sobre tres ejes
analíticos:
A. Un desarrollo
que tome en cuenta la satisfacción de las necesidades de las generaciones
presentes.
• El patrón
demográfico
• La equidad
social
• Nuevas
políticas para nuevas instituciones
La reforma
requerida implica no sólo a las dependencias gubernamentales, sino también a
las empresas y corporaciones, buscando:
a)
Responsabilidad de funcionarios y ejecutivos para asegurar la viabilidad de la
compañía;
b)
Transparencia, de manera que sus operaciones sean visibles y sus decisiones
puedan estar bajo escrutinio público;
c) Comunidad, en
relación con las obligaciones y compromisos de la compañía con la comunidad
aledaña;
d) Honestidad,
en la presentación comercial de los productos y manejo de las transacciones;
e) Decencia en
el trato a los trabajadores, incluyendo la participación de éstos en la toma de
decisiones;
f)
Sustentabilidad en las actitudes y prácticas hacia el ambiente, así como para
reducir los impactos negativos en el mismo;
g) Diversidad en
el balance y equidad en el manejo de todas las relaciones;
h) Humanidad,
expresada en el respeto a los derechos de los trabajadores y ciudadanos en
todas las sucursales de la empresa en el mundo y con sus socios locales.
(Hargreaves & Fink, 2006). La
propuesta la creación de un organismo supranacional responsable de la política
ambiental global.
·
Una nueva cultura civilizatoria.
B. Un desarrollo
respetuoso del medio ambiente.
La premisa
central que sostiene esta tesis implica que el desarrollo no debe degradar el
medio ambiente biofísico, ni agotar los recursos naturales.
Esta premisa le
ha dado sentido a toda la concertación internacional desde la Cumbre de
Estocolmo (1972), pasando por Nuestro Futuro Común (1987), pero sobre todo con
un sentido estratégico a partir de Río (1992), iluminando la reflexión hacia
cómo compatibilizar las necesidades y aspiraciones de las sociedades humanas,
con el mantenimiento de la integridad de los sistemas naturales.
C. Un desarrollo
que no sacrifique los derechos de las generaciones futuras.
Como lo señala
Godard (2002, p. 54) “… la
sustentabilidad es un principio de no dictadura intergeneracional: ni dictadura
del presente, que se manifestaría en una indiferencia por el futuro, incluso el
lejano, ni dictadura del futuro que impondría el sacrificio de las generaciones
actuales, pues el desarrollo debe en principio permitir la satisfacción de las
necesidades del presente”.
Jiménez Herrero
apela a la filosofía contractualista y el criterio de justicia de Rawls (1971),
quien propone maximizar la utilidad del nivel mínimo correspondiente a la
población menos favorecida, ya que su “velo de ignorancia”.
Un Estado
promotor y una sociedad comprometida, ambos con la sustentabilidad, con base en
premisas fundamentales, dentro de las cuales podemos destacar:
• Impulsar el
crecimiento y la distribución equitativa del ingreso teniendo como centro la
movilización de la sociedad con iniciativas, proyectos, acciones y actitudes
orientadas al cuidado de la vida en la Tierra.
• Crear nuevas
instituciones y normas que garanticen los derechos colectivos y que coloquen al
medio ambiente de manera trasversal en la regulación de la sociedad.
• Impulsar un
sistema productivo basado en tecnologías que no degraden el ambiente biofísico,
ni agoten irracionalmente los recursos naturales.
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