Autoridad y Familia
Cultura.
La época de la humanidad ha sido
dividida en épocas de las maneras más
diversas, así es como podemos distinguir las épocas
entre Antigüedad, Edad Media y Edad Moderna.
Proviene originalmente de la ciencia de la literatura y fue transferida en el siglo XVII a toda la
historia, la madre del convencimiento, que despertó en el renacimiento y
fue consumada en la ilustración.
Aparece
el factor subjetivo aún con más fuerza, la concepción
que sobre las épocas profesaron los padres de la
Iglesia y los escolásticos estuvo dominada por las
ideas de la creación del mundo. La Revolución
Francesa se consideró la fundación de la ciudad como el
principio de división más importante, estableció
su propio comienzo como el principio de un nuevo cómputo del tiempo. Es
imitada por algunos gobiernos para subrayar el significado radical de su acceso
al poder.
“Según
ello, las épocas representan no sólo
sumas de acontecimientos, cuyo comienzo y final es establecido arbitrariamente,
sino que se diferencian unas de las otras, porque cada una de ellas muestra determinados momentos
estructurales propios y por eso se
manifiesta como una unidad relativa”
pág.
153
Por un lado, la historia
tiene una coherencia interna, y se pueden dibujar grandes líneas
mediante las cuales el destino del presente se encuentra conectado con las
formaciones antiguas. Los períodos singulares del desarrollo social, cada uno de los cuales
estampan su particular sello, en lo económico, el derecho, la política,
el arte la religión y la filosofía,
sino también en los individuos; la diferencia
entre esos apartados dentro de la constitución psíquica
del hombre cuanto a sus instituciones y obras, es considerada como diferencia
de la cultura.
“El modo de
consideración de la cultura es adecuada para la época presente y en conexión
con ello también para las anteriores, atañe el papel de las esferas culturales
singulares y de sus relaciones estructurales cambiantes en el mantenimiento o
en la disolución de cada forma social” pág. 158.
Toda la cultura se
encuentra inmersa en la dinámica histórica; sus dominios, los hábitos sus
costumbres, el arte, la religión y la filosofía, constituyen en su
entrelazamiento, los factores dinámicos que contribuyen al mantenimiento o a la
destrucción de una determinada forma de sociedad. La cultura es, cada momento,
una síntesis de fuerzas involucradas en el cambio de las culturas.
La denominada naturaleza
social, el adaptarse a un orden dado, se remonta esencialmente al recuerdo de
actos de coacción, a través de los cuales los hombres han sido hechos
sociables, han sido civilizados.
FAMILIA
La relación de los individuos con la autoridad, qué en
la época moderna se encuentra delineada por
la índole propia del proceso de trabajo. Esa función se ejerce a través de los
actos dirigidos intencionalmente a la formación del hombre, por medio de la
fuerza con figurante de la vida pública y privada, por
medio del modelo de las personas que juegan un papel en el destino del
individuo, en resumen, de acuerdo con procesos no controlados por la conciencia.
La
familia tiene un significado sobresaliente entre las relaciones que influyen
decisivamente en el moldeamiento psíquico de la mayor parte de todos los
individuos, tanto mediante mecanismos conscientes como inconscientes.
“La familia,
como una de las instancias educativas más importantes, se preocupa de la
reproducción de los caracteres humanos, como exige la vida social y les
confiere en gran parte la aptitud indispensable para el comportamiento específicamente autoritario, del que depende
ampliamente la existencia del orden burgués”. (207)
La tarea de la
familia, consistente en educar para un comportamiento autoritario en la
sociedad, el padre de la familia tiene que tomar de las leyes de la comunidad
las prescripciones según las cuales tiene que dirigir su casa, de tal modo que
se adecue a la paz de ésta.
Los propios poderes
culturales aparecen finalmente como fuerzas contrarias a esa voluntad de
conservación, fuerzas que resisten y que hay que regular.
Horkheimer,
M. (2000). Autoridad y familia y otros escritos. España: Paidós.
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