Agricultura Ecológica
El interés por
estudiar la agricultura como protección al medio ambiente y la prevención de la
hambruna surge Amartya Sen en su libro Libertad y Desarrollo el problema que el
presenta sobre la crisis de hambre en los países en parte es debido a la
sobrepoblación de las ciudades y la escases de los productos básicos, la economía se encarga de estudiar con mayor
precisión estos para encontrar el equilibrio entre la oferta y la demanda y los
recursos finitos, pero es cierto que ni a veces los economistas llegan
encontrar la solución a estos problemas, es por demás que el medio ambiente y
el cuidado de nuestro medio ambiente es tarea de todos, un tema que no sólo a la economía le debe de
interesar sino que a todos nos debería.
La
sobrepoblación en las megaciudades está creciendo y eso llevan otros problemas
latentes dentro de la ciudad pero al que se está investigando va encaminado a la pregunta ¿Qué se está haciendo el mundo para economizar
e utilizar los recursos que tenemos para no dañar al medio ambiente y
equilibrar los recursos finitos?
Los
ciudadanos en las grandes ciudades ignoran la importancia es los sembradíos
para mantener estable la estructura en la que vivimos, que los productos estén
en el mercado para poder llegar a la mesas de los hogares. Para resumir, entre
más población más escases de los recursos básicos ¿Qué se está haciendo por
mantener el equilibrio? Como alternativa llegó una técnica que se viene usando
desde los años 80s "agricultura ecológica".
La
agricultura ecológica, también con sus nombres alternos orgánicos o
biológicos, surge como una opción para
el control de los productos como una posible solución a la crisis del hambre.
Hace unos 10.000 años nuestros antepasados descubrieron que las semillas
producían frutos y alimentos, durante el proceso de evolución del hombre
también lo acompañaba las nuevas formas de cultivar y sembrar, se podría
describir estos procesos de evolución de la agricultura pero no es el punto que
se quiere investigar.
La
agricultura ecológica enfoca la producción agraria en el respeto al entorno y a
producir alimentos sanos, de la máxima calidad y en cantidad suficiente.
Utiliza como modelo a la misma Naturaleza, extrayendo de ella toda la
información posible, aunada con los actuales conocimientos técnicos y
científicos, Respeta los ciclos naturales de los cultivos, evitando la
degradación y contaminación de los ecosistemas. Favorece la biodiversidad y el
equilibrio ecológico a través de diferentes prácticas: rotaciones, asociaciones,
abonos verdes, setos, ganadería extensiva, etc. Se han alterado los ciclos
naturales de los cultivos con las nuevas tecnologías rompiendo con el orden de
la naturaleza y esto tiene un coste en la economía de los países, sin en México
no se da un tipo de cosecha por la temporada se importa el producto de otros
países, el traslado de los productos cuesta una gran suma de dinero, al igual
que contamina al ambiente, otro punto es la alteración del orden natural de los
cultivos con el esmero cuidado por tener el producto fuera de su temporada sele
rocía con productos químicos que pueden tener repercusiones en la salud de los
individuos tomados directos o indirectamente, si los animales consumen estos
productos artificiales la calidad de carne caerá.
El
segundo punto potencia la fertilidad natural de los suelos y la capacidad
productiva del sistema agrario. Recicla los nutrientes incorporándolos de nuevo
al suelo como compost o abonos orgánicos, siguiendo la premisa de que "lo
que sale de la tierra debe volver a ella". Muchos productos que tenemos en
el hogar que son orgánicos sirven como fertilizantes para los sembradíos.
El tercer punto Utiliza de forma óptima los
recursos naturales. Así, favorece el flujo de energía en el que las plantas
verdes captan la energía del sol, moviendo todo el ecosistema; el cuarto punto
no incorporan a los alimentos sustancias o residuos que resulten perjudiciales
para la salud o merman su capacidad alimenticia. No es imprescindible, como
parece, la incorporación de sustancias de síntesis en el cultivo o producción
de alimentos ni en su conservación posterior, que resulten ajenos al organismo,
El quinto punto, aporta a los animales unas
condiciones de vida adecuadas. No los manipula artificialmente o de manera
intensiva para conseguir una mayor producción. Además, potencia las variedades
autóctonas, mejor adaptadas a las condiciones de la zona, como se explicó
anteriormente esto también afecta en el organismo de los animales.
Los expertos en
el teme recomiendan técnicas para el óptimo funcionamiento de la diversidad del
producto.
·
Rotaciones: alternar
plantas de diferentes familias durante los distintos ciclos.
·
Asociaciones: cultivar
de forma simultánea varias especies en la misma parcela.
·
Setos: crear setos
vivos, pueden ser con arbustos, árboles o, lo que es mejor, con ambos.
·
Vegetación de márgenes:
potenciar que la flora de los márgenes, ribazos, acequias, etc. sea abundante y
variada.
·
Flora espontánea: las
hierbas no siempre son perjudiciales, en muchos casos nos aportan numerosos beneficios
como la mejora de la diversidad.
El IV Congreso
de Agricultura Ecológica y Ganadería celebrado en el 2005 Valencia, concluye
que la gestión de la materia orgánica es esencial tanto para la práctica
agrícola ecológica o convencional, pero es muy importante optimizarla, para
obtener los máximos beneficios, evitando los posibles perjuicios. Los
resultados de casi 30 años de ensayo, han demostrado la influencia en suelos y
producciones del cultivo ecológico y biodinámica.
El tema del
medio ambiente se ha tratado desde hace mucho tiempo pero ha tenido un boom en
los últimos años, es por eso que la ONU, Organización de las Naciones Unidas
realizó la convención conocida como el Protocolo
de Kioto. El 4 de febrero de 1991,
el Consejo autorizó a la Comisión para que participara, en nombre de la
Comunidad Europea, en las negociaciones sobre la Convención Marco de las
Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, adoptada en Nueva York el 9 de mayo
de 1992. La Comunidad Europea ratificó la Convención marco mediante la Decisión
94/69/CE, de 15 de diciembre de 1993. La Convención, por su parte, entró en
vigor el 21 de marzo de 1994.
La Convención
marco contribuyó de manera decisiva al establecimiento de los principios clave
de la lucha internacional contra el cambio climático. Concretamente, definió el
principio de las «responsabilidades comunes pero diferenciadas». Asimismo,
contribuyó a reforzar la concienciación pública, a escala mundial, sobre los
problemas relacionados con el cambio climático. No obstante, la Convención no
contempla compromisos en términos de cifras detalladas por países respecto a la
reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Por
consiguiente, las Partes de la Convención decidieron, en la primera Conferencia
de las Partes, que se celebró en Berlín en marzo de 1995, negociar un protocolo
que contuviera medidas de reducción de las emisiones de los países
industrializados en el período posterior al año 2000. Tras una larga
preparación, el 11 de diciembre de 1997 se aprobó el Protocolo de Kioto.
El 29 de abril
de 1998, la Comunidad Europea firmó el Protocolo, y en diciembre de 2001, el
Consejo Europeo de Laeken confirmó la voluntad de la Unión de que el Protocolo
de Kioto entrara en vigor antes de la cumbre mundial de desarrollo sostenible
de Johannesburgo (del 26 de agosto al 4 de septiembre). Así, y para alcanzar
este objetivo, la presente Decisión aprueba el Protocolo en nombre de la
Comunidad. Los Estados miembros se comprometieron a depositar sus instrumentos
de ratificación al mismo tiempo que la Comunidad y, en la medida de lo posible,
antes del 1 de junio de 2002.
El anexo II de
la Decisión indica los compromisos en materia de limitación y reducción de las
emisiones acordados por la Comunidad y sus Estados miembros para el primer
período de compromiso (2008-2012).
Contenido del Protocolo
El Protocolo de
Kioto se aplica a las emisiones de seis gases de efecto invernadero:
dióxido de
carbono (CO2);
metano (CH4);
óxido nitroso
(N2O);
hidrofluorocarbonos
(HFC);
perfluorocarbonos
(PFC);
hexafluoruro de
azufre (SF6).
El Protocolo
representa un importante paso hacia adelante en la lucha contra el
calentamiento del planeta, ya que contiene objetivos obligatorios y
cuantificados de limitación y reducción de gases de efecto invernadero.
Globalmente, los
Estados Partes en el Acuerdo del anexo I de la Convención marco (esto es, los
países industrializados) se comprometen conjuntamente a reducir sus emisiones
de gas de efecto invernadero para lograr que las emisiones totales de los
países desarrollados disminuyan, al menos, un 5% con respecto al nivel de 1990
durante el período 2008-2012. El anexo B del Protocolo contiene los compromisos
cuantificados suscritos por los Estados Partes en el Acuerdo.
Los Estados que
eran miembros de la UE antes de 2004 deberán reducir conjuntamente sus
emisiones de gases de efecto invernadero en un 8% entre los años 2008 y 2012.
Los Estados miembros que se hayan incorporado a la UE después de esa fecha se
comprometen a reducir sus emisiones en un 8%, a excepción de Polonia y Hungría
(6%), así como de Malta y Chipre, que no se encuentran incluidos en el Anexo I
de la Convención Marco.
Para el período
anterior a 2008, las Partes se comprometen a realizar progresos en el
cumplimiento de sus compromisos, a más tardar, en el año 2005, y a facilitar
las pruebas correspondientes.
El año 1995
puede considerarse el año de referencia para los Estados Partes en el Acuerdo
que lo deseen en lo que respecta a las emisiones de HFC, PFC y SF6.
Para alcanzar
estos objetivos, el Protocolo propone una serie de medios:
reforzar o
establecer políticas nacionales de reducción de las emisiones (aumento de la
eficacia energética, fomento de formas de agricultura sostenibles, desarrollo
de fuentes de energías renovables, etc.);
cooperar con las
otras Partes contratantes (intercambio de experiencias o información,
coordinación de las políticas nacionales por medio de permisos de emisión,
aplicación conjunta y mecanismo de desarrollo limpio).
Los Estados
Partes en el Acuerdo establecerán un sistema nacional de estimación de las
emisiones de origen humano y de absorción por sumideros de todos los gases de
efecto invernadero (no regulados por el Protocolo de Montreal), a más tardar,
un año antes del primer período de compromiso.
Para el segundo
período de compromisos, se prevé un examen de los mismos, a más tardar, en el
año 2005.
El 31 de mayo de
2002, la Unión Europea ratificó el protocolo de Kioto, que entró en vigor el 16
de febrero de 2005, tras la ratificación de Rusia. Sin embargo, varios países
industrializados se negaron a ratificar el protocolo, entre ellos, Estados
Unidos y Australia.
Dejo un enlace
sobre parte de los artículos propuestos en el protocolo de Kioto adoptado por la unión europea.[1]
Nueva
York, 25 de septiembre - Cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas
aprobó la celebración de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible no
era ningún secreto -ni siquiera una cuestión que hubiera que debatir- que el
avance en el logro del desarrollo sostenible había sido extremadamente
decepcionante desde la Cumbre para la Tierra de 1992, ya que la pobreza había
aumentado y la degradación del medio ambiente había empeorado. Lo que el mundo
deseaba, según lo que afirmaba la Asamblea General, no era un nuevo debate
filosófico o político sino más bien una cumbre de acciones y resultados.
http://www.un.org/spanish/conferences/wssd/feature_story41.htm
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